Golpe de mar

El poeta

 

Frases del cerebro reptiliano

disfrazando la furia

de un corazón roto.

 

Roto por los añicos 

de tantas batallas echadas a perder

para que ganen otros.

 

Otros que cruzan con su estela 

henchida de orgullos y ambiciones

lacerando las mejillas del durmiente.

 

Durmiente que sólo acuerda sobre sí 

en los destellos del absurdo.

 

Absurdo el sentido de mi andar hasta mañana sin una deposición de tinta china.

 

Tinta china que riega mi cabeza 

cuando no hay inteligencia artificial como sosiego.

 

Sosiego, nunca adentro del poeta.

 

Poeta, el que vive en las marcas de spray de la calzada después del accidente.