edwin toninho

nadie como tú

qué tristes serían 

mis lunes, mis miércoles y

esos días cuando es difícil 

empezar y mantenerse afinado 

como un melodioso 

instrumento musical 

si tus domingos conmigo 

no existieran 

 

no hay tiempo que desee más 

que el tiempo que pasamos juntos

no hay otra mano como la tuya 

para sostener la mía 

para que yo sea 

una pequeña luz en el universo 

que cruza la calle

camina por un parque

se sienta a la mesa en una plaza 

de una ciudad lejana 

a comer sorbete de fresa

mango y limón

 

no hay otra voz como la tuya 

para hablarme

tus ojos, tu sonrisa 

tus gestos 

para verme y hacerme sentir 

un pequeño alguien 

a quien el sol ve y le sonríe  

 

no hay nadie a quien esperar

nadie por quien apresurarse

nadie a quien correr

no existe nadie como tú 

con quien yo prefiera estar 

para hacerme sentir 

vivo, feliz y amado

en plenitud