Nitsuga Amano

El escritor

En mi pecho reposa un Edén desolado,
tierra fértil sin semillas, anochecer perpetuo y breves septiembres.

 

 

Mi mirada se pierde en la vastedad del cielo,
con los dedos creo constelaciones efímeras.
La compañía de una ausencia que se prolonga en el tiempo.

 

 

Un suspiro hondo permea este silencio tenue,
recuerdos vagos anidan en la mente del escritor sin ideas.

 

 

En el abismo de mis pensamientos, danzan las sombras,
en el lienzo de la indecisión, un poema yace sin ser revelado.
La pluma titubea, danzando entre la tinta y el vacío,
un eco de palabras sin forma, en la penumbra de la inspiración.

 

 

Así, entre la quietud y la confusión, el escritor se debate,
tejiendo versos que se desvanecen, como los sueños en la neblina.

 


En este desencanto de la creación, donde las palabras son suspiros mudos,
el poeta se sume en el misterio de un poema aún no nacido.