Alice777

A MAR

Me estremece la emoción de sentir la caricia de la brisa marina en mis mejillas,
a punto de embarcarme en su inmensidad.
Me envuelvo en la falsa seguridad de la calma, con la poca firmeza con que la arena me sustenta, dispone un paraje que no me atrevo a dejar.

Dudo de mi, ¿soy lo suficientemente hábil para entrar al mar?
Nunca he sentido tal ímpetu de dejar la playa, 
me consolaba sentir la última cresta de la ola en mis pies,
retrocediendo cada vez que su cuerpo hacía un vado.

Pero me enamora su murmullo, me enamora su horizonte,
y estando frente al mar no lo conozco.

Al caer la noche, con traslucida silueta definida a la luz de la luna,
he pensado en aventarme sin temor a no volver,
la frialdad del agua es un tibio abrazo que me hace olvidar por un segundo la fragilidad de mi vida en su vaivén.