osmosisj

sorpendido no tanto...

Sorprendido, no tanto, al convertirse mi voz en un anhelo de muerte

meditando sobre el placer de la desesperación terca sin sayo

del suspiro último antes del vacío, bendita suerte,

de la mano aferrada a la vida que como un rayo

se desprende del calor humano y torna a lo inerte.

 

Sorprendido, no tanto, al desear con pasión el vacío fuerte

que ante el final inexorable de la vida disfruta tanto

y yo comprendo, la aferro, y entrego mi canto

a la cálida almohada de la salvadora muerte

 

Sorprendido, no tanto, de envidiar su llanto,

y postrarme ante su finito dolor, ya no consciente,

pues yo no existo sin el calor del imborrable manto

que pleno en virtudes y pasión vehemente

hoy me arroja a la fría orilla ya curado de espanto.

 

Pero cómo acercarme a ti conmovido, pausadamente,

y recorrer cada uno de los rasgos de tu cara

si me entrego al verdugo rumor caliente

de la muerte fiel, protagonista sin tara.

 

Querría recorrer con mis dedos tus cabellos

besar tus blancos párpados de agua clara

aferrarme al amor de nuestros paseos bellos

y no olvidar tu hermosura en la noche rara

en que el fragor de la batalla no fuera un sello

que se abriese con café, besos y arras.

 

Sorprendido, no tanto, de envidiar un féretro,

él ni tan siquiera perdió su esencia,

quizás yazca inerte tu presencia

sabes que no existo con tu vacío dentro.