Freddy Kalvo

¡Oh, qué bello es vivir!

 

¡Y qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

Aunque tengas mil tristezas

y momentos de quebranto,

la vida, la vida es bella,

como el sol en el ocaso;

como pájaros que pasan

y contentos van trinando:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Mas, qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

La vida nunca retoña,

ni es fruto de los manzanos

que cortan en cada etapa,

y nacen año tras año

donde comen los Jilgueros

que también viven cantando:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Oh, qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

El cielo con nubes grises

y a veces de color blanco,

regalan bellos paisajes

de colores que son claros

donde abundan Ruiseñores

que también han recordado:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Ah, qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

La lluvia cae del cielo

y deja el pasto mojado

las liebres corren alegres

y comen el verde pasto;

las Guaras también se alegran

y alegres van susurrando:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Y qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

Las lagunas son hermosas

por igual lo son los lagos

donde nadan muchos peces

de colores que son pardos,

aunque muchos también brillan

y nos siguen recordando:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Mas, qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

Y el mar con sus fuertes olas

de color verde azulado

va bebiéndose los ríos

que del cerro van bajando

y que alegre en las montañas

también ellos han cantado:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Oh, qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

El viento viene a su tiempo

y el tiempo te va arrugando;

la brisa que te acaricia,

el cuerpo te ha refrescado,

la vida se va en suspiros,

y a veces no contemplamos

que el viento con el susurro

también nos sigue anunciando:

—No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos.

 

¡Ah, qué bello es el vivir,

de la vida enamorados!

Si los mares son hermosos,

como son también los lagos

y los ríos cantarines

donde las aves volaron,

hay que disfrutar la vida

pues la vida es un regalo,

como el viento cuando pasa

por los árboles silbando:

—¡No todo en la vida es gozo,

ni toda la vida es llanto;

hay momentos de alegría

y hay momentos que lloramos!