LA FUGA
Pido hibernar en la simiente,
cual fiera al fondo de la gruta,
al nardo cofre de la tumba,
así dormir, profundamente.
Dormir la arena de los siglos,
a espaldas de la luz que llueve,
cual tarde que al nacer prefiere,
untar de sombra el claro sino.
Mas soy el páramo que aspira,
allá un letargo de mis ojos,
sin ver la nube prometida,
pido a sonámbulos excesos,
la tregua de mi piel rendida,
en ola de sutil deceso.