TorreAvioco

Pletórico - Parte 2

Ante el iluso cielo caído, que intenta volver a levantarse entre parpadeos

Descubro tu ser y su proyección, entre cada resquicio que deje... se colará...

También entre los orificios en los que llora mi ventana

Se escucha el crujir de tu corazón en nuestra distancia

 

Llanto, cuántas veces el llanto

Hoy, una vez más no volverá a ser

Porque llorar nuevamente en mi soledad

Sería esconder la dignidad de tu sonrisa

 

La pequeña sonrisa que se esconde en mi núcleo

Porque tú nunca estás perdida, estrella fugaz...

Mientras viajes a mi vista

 

Serás plena luz de día a mis ojos

El vivo espejo de mi alma que no sabe conocerse

Y los primeros pasos de un espíritu quebrado que a rastras intenta volver a caminar

 

Serás ungüento de luna

Compañía de mi eterna noche

Y sello de nuestro tierno amanecer, luna mía

 

La forma en la que los niños lloran sin jubilo

Siempre ha de ser la misma, en el mundo desolador

Que se viste de navaja sin filo en tu simple existir

Y hoy podría escribir de él...

 

Hoy podría escribir de entre todas las palabras y todas las formas

Y sobre todas las cosas padecientes en candor

 

Entre ritmos perdidos, latentes 

Se hallan nuestros corazones fundidos en el tapiz de una hoja

Hilvanando de sueños y fantasías, su significado

 

Y me encuentro yo, perdido, escribiendo

Absorto en el recuerdo de tu figura y el calor de tus mejillas 

De nuevo intentando descifrar al pletórico ser que se acuesta en mis brazos

Que acaricia mis piernas hasta acabar la noche

 

Y revive al amanecer

A mi lado, en un riachuelo de humo

En el verde del bosque

Que jamás conocí...

 

No escribiré de noches acabadas y luces viejas y oxidadas

Jamás podré olvidar el beso de ensueño que me devuelve la vida

Jamás podré borrar de los luceros tu rostro

Ni esconder en la oscuridad, tu sonrisa tan eterna

 

Aquí seguiré, perdido, imaginándote

Buscándole final al infinito mar de palabras

Que nace de mi alma en la profundidad de buscarte

Dándome cuenta que todo será siempre como al principio

 

Y mientras la tímida forma en que el sol ilumina mi mundo sea la misma

Y tú sigas siendo la fogata de luz en mi eterna noche

Me encontraré dentro de mí sorprendido por tu distintiva majestad

Y esclavo seré del pletórico amor que me desespera

 

Y seguiré aquí, escribiendo sin descansar...