Ed-win

 Sócrates; filosofía y fútbol

El arquero solittarius; del París Saint-Germain, lanzó con gran fuerza, ya no estaba el centaudro en la banca. 

El gran narrador Confundcio dijo;

— Ha caído, sigue tirado en la arena, el talón de Sócrates se rompió… 

«Está herido» Dado que era el gran mediador, perdió todos los sentidos de avanzar.

A-quí-les; trae los remedios,  no estaban seguros si él era un hipócrato, cuando hizo el juramento.  

Él aseguró que podía  realizar estos milagros y para asombro de todos, Sócrates, se curó solo, en el medio campo. 

El Coliseo quedó en silencio mientras él se levantaba; le habló a la multitud con voz tan fuerte, como si fuera un gladiador: 

—Escuchen todos, estoy cansado de estos enfrentamientos inútiles, y al final siempre termino herido, solo sueño con poder tener la copa en mis manos  por primera vez.

Al lado de julio césar, doce pasos los alejaron de la deseada  copa. Sócrates  no quiso regresar a Florencia donde estudió historia y ciencias, extrañaba  El Río de eneiro, lleno de flamengos, donde aprendió a nadar por primera vez.

Siempre esperaron su regreso, y cuando ese momento llegó, se embriagó con la ansiada copa en la arena, por quinta vez, por la cual  luchó  y no pudo tenerla. 

Tarde en  la noche, visitó la casa del maestro Einstein, buscando luz,  y terminó con un tatuaje de la cruz en su pecho.