Freddy Kalvo

Noche cruel

La noche arropó mis sueños

cubriendo en todo, mi todo;

y los sueños, de algún modo,

todos eran halagüeños.

 

La noche llegó imprecisa,

precisamente esa noche,

donde con mucho derroche

su caricia era una brisa.

 

Y la oscuridad nocturna

la iluminaron sus ojos.

¡Ah qué bellos sus antojos,

pues de besos me embadurna!

 

Y escuchamos serenatas

de cigarras y de grillos

y de varios pajarillos

que cantaban sus sonatas.

 

La noche fue interminable

mientras no se terminaba

pues su cuerpo me abrazaba

de manera inolvidable.

 

Y al llegar la madrugada

un zumbido detesté

porque luego desperté

abrazado a mi almohada.

 

Y sin más yo concluí:

«La noche fue cruel conmigo,

se burló mucho de mí.

Ya despierto descubrí,

que solo soñé contigo».