ENRIQUE HORNA

EL SILENCIO Y LA NOCHE

El silencio y la noche, la lluvia acariciando dulcemente la piel de los vivientes. Las risas viajando con el viento, los ojos gatunos de una despedida, la tristeza parece abrigarse con la esperanza de los que volverán.

La distancia es una pregunta que canta su retorno al punto que amamos y la vida es un momento que se disfruta una vez.

Callada está la calle de las almas que la transitan, el océano simula dormirse bajo el abrigo del cielo, los seres sueñan sus anhelos, la brisa es frescura de los espíritus arropando todos los deseos.

Muy cerca de mis primeros pasos afloran los cariños, las ventanas de la inocencia, los cantos irreverentes, los exploradores del horizonte; marcando sus pasos en la memoria del tiempo.

El viaje no tiene puerto, nunca amanece en el mismo sitio, ni es la misma oración de todos los días. Es una sombra que persigue su propio legado, es un trinar que nunca duerme. 

 

 EH