Si un día te ausentas...
recorreré de nuevo tu calle por ti querida,
pero sin vos ya no podré bailar,
y acabaré bebiendo solitario vodka en un bar...
Si un día no estás...
caerá tu nota del pentagrama de mi vida,
y mi canción sonará desafinada,
viajando sin rumbo en un viaje a la nada...
Si un día te ausentas...
Serán las copas mi punto de mira,
y su vodka calentará mi alma cada madrugada,
en un resonar de melancolía...
Si un día te vas...
soñaré con una ciudad de puertas abiertas,
sin alambradas ni cornetas de guerra,
donde partiré a tu encuentro al final de mi vida...