Este río que emana
con afluente en tu mirada
se desborda oxigenado
por la aurora de tu entraña.
¡Cómo quisiera inundarte!
con cada gota que transporto
Amigo mío, yo te imploro
déjame ser mas que un torrente
que arrasa de una vez y pasa.
Quiero quedarme en tus arterias
ser el líquido que nutre tus grietas
¡Déjame pasar! que ya no soporto
verte el alma seca.
Ay! si supieras que a este impulso
de quererte en rebeldía
me lo dicta tu alma despojada
tú te sientes un hereje
más yo te veo como heraldo
de mensajes sapientes.
y lo sabes...
sabes bien que yo te quiero...
te quiero hasta en el hermetismo
de tu profanación sagrada,
que solo habita en tu conciencia,
para mí... equivocada.
y si me he crucificado en un mensaje
y si trina mi palabra temblorosa
déjame decirte que tu espíritu aún brilla
y cuando aceptes ese fulgor
romperás del pecho la coraza.
hoy amigo mío, si he de maldecir
maldigo tu calma derrotada.
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Marilyn
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