Matando sueños
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Quizá no sea yo, quizá sean los hados,
los que siguen mirando de lejos mi fortuna,
tal vez no me hagan caso por ser de baja cuna,
por más que les he dado los máximos cuidados.
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O poca la destreza de tirar bien los dados,
por ello este lamento sin respuesta ninguna,
matando estoy mis sueños de espaldas a la luna
y alejando el mal fario con los dedos cruzados.
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Mis ojos son testigos de tanta ineficacia,
el corazón por veros, diría que está loco;
son muchos los deseos que mis labios añoran.
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Largas son de sufrir las horas, por desgracia,
pues no tengo la ayuda de los que tanto invoco;
es tanta la tristeza que hasta mis versos lloran.
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Fotografía y poema : Ramón bonachí.