Jose Luis Posa Lozano

ALZHEIMER

Camino por la quebrada

sin brújula ni sextante

descalzo y sin provisiones,

perdido y sin equipaje.

 

Envuelto en nieblas y hielos

arrastro mis pies descalzos,

la cantimplora vacía,

el zurrón como estandarte;

mientras el viento me azota

y aúlla desafiante

ando y desando mis pasos

sin reconocer a nadie

sin saber de dónde vengo

ni cuando llegaré al valle,

a esa tierra prometida

con que sueño cada noche

desde este  zulo mugriento,

tiemblando de frio y hambre,

 

antes de cerrar los ojos

me acuerdo de santiguarme

y rezar las oraciones

que me hizo aprender mi madre

mientras las lágrimas brotan

acidas, frías, distantes

y voy perdiendo recuerdos

en ese negro aquelarre

de gritos, rostros y voces

que aúllan a cada instante,

pero el cansancio me agobia

y me desgarra las carnes,

cierro los ojos y siento

que no quiero despertarme.