el brujo de letziaga

-- Una flor en cada seno --

Una flor en cada seno,

cuando te enciendo un buen fuego,

alargado y tendido,

para luego encallar en tu fondo...

 

La boca hambrienta de mi ojo

en tu vibrátil triángulo,

haciendo en cada pliegue un dibujo,

con mi hálito al punto...

 

Y un chorreo hondo,

que besa y vuelve, y de pronto,

amor sin ningún miedo,

un respiro en libertad de cariño duro...

 

Mi gran musa de oro,

tu cuerpo es solo uno en mi cielo,

y en tu vivir mágico,

encendemos la última luz del mundo...