jvnavarro

VIENDO VENIR EL DÍA

El día ha despertado
con un tono atrayente,
luz pálida
de salón de baile,
con su orquesta
en las copas de los árboles.
*
Me he sentido llevado
por la armonía del medio ambiente
y aquí en una plaza estoy
en un banco de madera
convertido en confesionario permanente,
pidiéndole a la mañana a que me invite a café con leche.
*
Todo lo que veo es mío,
mías son las manos del pobre
que recoge cartones,
la de la tendera que estría la fruta
con amor de madre,
la del niño que va camino del colegio comiendo un gofre.
*
Amigo soy de todo,
desde el paisaje
con sus alambradas
y campos heridos de muerte,
hasta de los altos edificios
que desafían de una forma hiriente al paso de las aves.
*
Un rubor me sube
cuando veo
el transcurrir de las horas
y en mi ordenador escribo,
me quiere,
no digo mentiras,
es verdad que me quiere.
*
Ajusto la métrica
a pequeños detalles,
no engordar demasiado las letras,
que todo encaje,
no salirse de los bordes,
darle caña a los versos verdes
y que todo resulte fácil de digerir por las gentes.
*
Aquí sentado
el mar se abre,
lenguaje permeable es,
no para de lamer mi mente,
salada me deja el alma,
el cuerpo con escamas se siente
pez de roca siempre en medio de tempestades
*
Cuando me despido
de lo que veo,
ya cargado mi ordenador
de alimentación potable,
miro y me digo
con voz casi ausente: ¡hasta mañana!
Y mi sombra me responde, veremos si se puede.
*
Avisos de este tipo me confunden,
se que mi destino
en la palma de mi mano se lee,
allí donde escrito hay un teléfono
con siete cifras muy letales,
espero con ansiedad que ella me llame.