OSCAR LUIS GUZMAN

DULCEMANÍA ©

Sufro de una incauta y cruel dulcemanía

de besar tus labios dulce amada mía

y sorber el fluido meloso que emana,

que sacia la sed de mi cuerpo y de mi alma.

 

Cómo yo quisiera cual si un pillo fuera,

penetrar glorioso

en tu ambiente santo;

desatar la furia de mi deseo tanto

de besar tu boca, cuyo beso aplaca

lo grave y profundo de esta sed impía.

 

No sé qué yo diera

por un beso suave

de aquella fructosa, pálida y preciosa

boca de bebé.

No sé qué yo diera sólo por probar

de tus labios rosas la fina tersura.

 

¡Cómo yo quisiera

acariciar tus labios de flor perfumados

y con besos sabios, de amor egoístas,

saborear su olor mentolado!

 

¡Cómo yo quisiera devorar

insaciablemente la tierna sonrisa

de esa bella Musa azucarada

fantasía divina,

bien‑amada y fina!

 

*