Laideliz Herrera Laza

Vacío citadino

Muere mi ciudad.

Sus gentes marchan en caravana.
Se habla lo mismo todo el tiempo,
el absurdo se apoderó del espíritu.

Nadie sabe adónde ir.

El invierno es calor
y el calor es fuego.
La gente es nada
y es gente a la vez.

La melodía es fango.

Las palomas vuelan
en la misma dirección,
junto a buitres que te desgarran
cuando quieres salirte de lo común.

Ciudad vacía,
que muere,
en la que ya no hay nada 
que hacer.