lorenzo salamanca garcia

PACIENCIA

Oro que se funde con las prisas.

Respirar tras cada paso.

No precipitarse en el intento.

Vivir despacio,
con la conciencia de que todo tiene su momento.

Caminar por la orilla, sin ahogarse.


No anticipar acontecimientos.


Esperar el fruto de cada semilla, sembrada en su momento.


Saborear tanto el camino como el destino.

Al lado, sin provocar tropiezos.