Hizo frío por lo que tome tus cartas y mis poemas, prendí un cerillo arroje tequila y aumento mi temperatura, de lejos mi pluma me veía se arrastraba con aparente miedo y también la arroje a las flamas, opte por voltear al cielo buscando alguna respuesta divina, Selene me veía, la oculto una nube y desde ese día no la he vuelto a ver...
Murió algo dentro de mí no sé cuando ni como fue, no hizo ruido ni gemidos de dolor, como tantas veces intenté recurrir a la poesía, como niño asustado acudiendo al regazo de su madre, sin embargo este cerro sus puertas y me acuso de no ser digno, de no haber entendido la lección
Algo murió dentro de mí, lo sé, busque a Selene, tome lápiz y papel y me quedé esperando verla noches enteras aunque ella nunca apareció, amaneció y entre el ajetreo llegó a mí la idea de retar la tradición e historia busque al sol cuando esté estaba cayendo le pedí me escuchará grité, llore durante horas y cuando quite el banco y me disponía a retirarme una voz gruesa me habló me pidió quedarme y contarle mi problema aunque de nada sirvió pues como padre enojado solo me regaño no me comprendió ni escucho solo se alejaba más y más
Algo dentro mi murió, bese otras bocas buscando no sé que, me obligue a sentir algo que no se debe forzar, hice sufrir y de paso sufrí yo también, desesperado recurrí a nuestros recuerdos aunque estos se hallaran quemados, vague por las calles que juntos caminábamos, pero todo estaba cerrado y cambiado, casi muero al enterarme de que tu voz no recuerdo, derrotado sobre una banca caí, la misma donde por primera vez te bese y de nuevo lo sentí, ese calor de tu boca, nuestras respiraciones aceleradas, las manos sudadas pero sobre todo la paz que me hacías vivir
Algo murió dentro de mí lo sé, y desde aquel fatídico nada como antes volvió a ser, sin embargo cada vez que me estoy en esa banca siento por dentro que intenta revivir, he visto poco a la luna pero al menos la logro ver, algo murió dentro de mi, lo sé bien.