Luis Roberto Otero

Me recuesto mil años

Hoy hay silencio,
ya no hay hambre, no hay mentira
no queda palabra.

Los saberes quedaron,
el arca ha viajado, lo he visto todo
no queda, no falta
ni el bruto tiempo me mata.

Hay silencio,
y lo que creo es mi mano
se enverdece tumbado en pasto,
El viento ya no perfora,
el insomnio envenena más no mata.

Hay silencio, 
la piedra solo  se tumba
no hay viaje profundo en el roble.
Hay silencio en mi tierra;
un ligero exhalar,
un susurro que no libera,
un vestigio del pensar.

Hay silencio,
             silencio,
                  soy piedra 
                      hundida en el mar.