Ángel Alberto Cuesta Martín

MUNDO NUEVO

MUNDO NUEVO

 

¡Qué bella es! La fresca brisa deslizándose en la piel

cuando amanece y la tierra exhala un estertor de calma.

Cuando los sentidos se unen, y solo un sentimiento es,

y Dios hace reverdecer la simiente de nuestra alma.

 

¡Que bellos los brillos que no esconden mis cuatro paredes!

Cuando recién asoma el sol y se cuela entre las ramas,

acomodándose sobre un piélago de paz se ofrece

y se entrega a nuestras vidas que por sus favores clama.

 

Será que no le puse a mi alma la ropa acostumbrada

y desnuda caminó por entre los trinos más puros.

O será que me di cuenta que la puja diaria engaña,

 

que de este mundo tantas veces revelado y hoy descubro,

la flor que su paz me dio no la cambiaría por nada

y el brote de Dios en mí, ni por todo el oro del mundo.

 

Ángel Alberto Cuesta Martín.