EHUR OHR

Se fue...

Me voy acostumbrando a tu silencio,

al grisáceo matiz de tu recuerdo,

a la atroz sentencia de tu indiferencia.

 

Me voy acostumbrando al vacío de tu risa,

a la apagada expresión de tu sonrisa,

a tu mirada desahuciada y extenuada…

y a la inerte caricia de tu ausencia.

 

Me voy convenciendo de tu desaparición,

haciéndome a la idea de tu abandono,

intentando darle forma a la ansiedad…

que se muestra incoherente…sin respuesta…

por la inevitable realidad de tu adiós…irrevocable.

 

El amor nos duró… lo que las ilusiones,

no se pudo sostener de las palabras,

no se quiso aferrar a los momentos…

Y huyó de pronto sin meditarlo,

sin dar tiempo a enmendar…sin discutirlo,

se marchó sin dar lugar a despedirlo.

 

Este amor nos duró… lo que las promesas,

y se fue sin dar espacio a los lamentos,

se evaporó sin dejar rastro,

con la vanidad elevada…haciendo gala de su triunfo,

sin darle tregua al arrepentimiento,

sin permitirle al corazón rectificar,

no dejó sitio a ningún remordimiento.

 

Solo se fue…con su egoísmo disfrazado de razón,

con su soberbia solapada de pasión,

se fue con su orgullo por delante…

jactándose de valiente…

aunque la delataran sus ojos llenos de melancolía…

y su semblante de impotencia,

aunque su alma reflejaba su incontenible tristeza.

 

Pero igual se fue…