Persigo un sueño contigo...
Ese sueño que los dos soñamos y nos lo quedamos a deber
Para después.
Para cuando tengas tiempo de amarme.
Para cuando yo esté desocupada y te pueda atender como lo mereces.
Vuelvo a tener el mismo sueño
Y eres mío, muy mío sin hacer la cama por la mañana y sin lavar platos, ni planchar ropa,
me quedo en la desnudez de tu alcoba bajo la sabana de tu piel y mi desnudez
y descubres los orgasmos adelantándose a tus besos.
A la pasión del momento en que te tengo encima de mí y acurrucada en tu pecho descubro
la lozanía de tu piel confundiéndose con la mía.
Tengámonos un rato más, déjame verme en tus ojos negros por última vez.
Déjame sentir tu piel encima de mi piel, hoy quiero verme en el espejo de tus ojos negros.
tan negros como la noche,
La noche de mis desvelos por ti y por mí.
¿Tú qué sabes de mis desvelos?
por pensarte y tenerte en mis ganas con tus ganas de estar juntos.
Me engaño a mi misma y te engaño.
Porque no te sueño, no te deseo, no te quiero en mi vida.
Me quiero en la tuya con tus ganas y en tus deseos.
Abre la puerta y déjame entrar para poseerte y sepas de lo que soy capaz.
Quiero ver tu desnudez y que tú veas la mía.
Quisiera que fuera navidad para vernos y no separarnos nunca.
Quiero que seas mi regalo de navidad todo el año, bueno para toda la vida.
Ese regalo qué una vez me prometiste en la cama de los olvidos.
la noche que te roge que no te fueras.
Que esperaras que amaneciera y tuviéramos otra noche más de pasión.
¿Qué sé yo, lo qué es el olvido?
Ya ni te recuerdo, solo en noches de invierno cuando tengo frío.
Frío de no sentirte y de no tenerte en mis brazos como en un diciembre,
Ese diciembre que te conocí.
¡Dijiste abrázame!
No se si bendecir o maldecir ese día, yo no soy de maldecir.
Me lo prohibió mi madre.
Por ninguna razón o motivo maldigas.
¿pienso quién soy yo para maldecir?
Me disculpo y te olvido, Amor!
Tantas veces te he olvidado, que creo que desde el primer día que te conocí te olvidé!
A veces te recuerdo vagamente entre sueños y los tuyos, yo contigo tú conmigo
SUEÑO CONTIGO TOODAS LAS NOCHES , te hago mío, sin explicaciones, sin reclamos.
Fuimos tan felices muchas noches cuando nos quedamos platicando hasta tarde.
¿Eso no lo olvido sabes por qué?
Porque vi tu desnudez allí me enamoré de ti porque te vi tal cual eres.
Y tú me viste tal cual soy.
Soñamos y seguimos soñándonos… no despiertes ni me despiertes….
¡¡Sigamos soñándonos!!
TODA LA VIDA SUEÑO CONTIGO Y CONMIGO JUNTOS!!
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe,
es el alma Todos los derechos reservados©
No es nada de tu cuerpo
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca -tu boca
que es igual que tu sexo-,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada -¿qué es una mirada?-
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un grano, ni un momento.
Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.