Salva Carrion

Paseo por la antiguas callejas

 

 

Paseo por las antiguas callejas

de mi pueblo, de mi infancia rosada,

de lluvias, de sol, y piedras gastadas,

y olor a heno fresco y redil de ovejas.

 

Miran, detrás de las viejas persianas,

unos ojos que guardan los pasados

de niños que ríen alborozados

al umbral de mocedades cercanas.

 

La monotonía de las campanas

anuncia una tarde de horas lánguidas.

Por la senda verde, en bici voy algo cándida

hacia mi bosque de sombras tempranas.

 

Recuerdos de aquel mi beso primero,

que fueron íntimos goces desnudos

entre perfumes de laureles mudos,

en los brazos de un joven zalamero.

 

Final de mi pubertad superada;

inicio de mi juventud florida

que a mi figura permanece unida,

constante eco de mi vida madura.