Mortaliss

DONDE ESTAS MARIA

 

 

DONDE ESTAS MARIA

 

 

De mirada perdida y figura encorvada,
pies desnudos, vestido de polvo y harapos,
la barba blanco sucio, con años de medida,

cruzó por mi camino, como salido de la nada
cargando en su espalda un saco de trapos,
con paso lento y la respiración agitada


Nunca antes lo había visto por la barriada
conmovido por su imagen de extrema pobreza
saqué unas pocas monedas y le hice la parada
detuvo su lerdo camino mirándome con tristeza
y al tiempo que su mirar me traspasaba

su boca de secos labios algo musitaba


Sin tomar las monedas que le ofrecía
escuché apenas como un lejano rumor
lo que una y otra vez, aquel tipo repetía
¿Donde estas María, donde estas mi amor?
¡Espérame mi amada, Espérame María!

que me muero de frío sin tu calor

Conmovido por aquello que decía

 me sentí a la vez asombrado y curioso

y suavemente le pregunté a aquel hombre,
que no cesaba de murmurar su letanía

¿a quien buscas con ese afán tan misterioso?
¿quién es María, quien lleva ese nombre?

Fijó en mí sus ojos, de mirada perdida
y me dijo, con voz grave y entrecortada

con la boca en una leve mueca adolorida,
busco a María, la mujer que fue en mi vida,
la más bella y tierna, dulce bienamada

mi esposa…  que por aquí anda perdida

Éramos tan felices, nos amábamos tanto
y en una tarde, la mejor noticia me dijo
sonriente y con los ojos bañados de llanto

tocándose el vientre con ligera picardía
¡En mis entrañas por fin está ya nuestro hijo!
ese día creí volverme loco de alegría


Pero la dicha tiene un alto precio

y lo que da, luego te lo arrebata
con insana crueldad y desprecio
como revancha fría e insensata


Al venir el nacimiento del pequeño
se complicaron mucho las cosas
y lo que era para mi un hermoso sueño
quedo convertido en un ramo de rosas

Rosas que adornaron su pecho
ramo que fue mi postrer regalo
dormida en el ataúd, su último lecho
de orlas de seda y pared de sándalo

De mi hijo nacido, no supe mas nada
el dolor me perdió en la inconciencia
queriendo volver a mirar a mi amada
que sé, me espera con vehemencia
para no separarnos jamás por nada


Por eso busco el mejor camino
que me lleve a su encuentro
preguntando al viento y al destino
con sonidos de eco, el rumor de mi clamor
que lanzo con el amor que llevo dentro
¡Donde estas María, donde estas mi amor!

Bajó la turbia mirada y bañado en llanto
miró mi mano aun con las monedas

con un gesto agradecido me sonrió

 y sin tomarlas, su camino en paso lento, prosiguió
con un nudo en la garganta quedé ahí solo

preguntándome, ¿como se puede amar tanto?
que a pesar de todo, olvidarla nunca lo consiguió

Al alejarse la figura encorvada
el viento trajo a mí en susurro su letanía

¿donde estas María, donde estas amada?
¡Espérame mi amor, espérame María!

¡que me muero de frío sin tu amor!

 

 Y entonces ya no pude contener el llanto

y esta historia me puse a escribir

como homenaje al hombre que amó tanto

que solo el cielo lo puede comprender

 

 

Autor

Mortaliss