Diego Nicolás García Contreras

Cana 18000

Agita las aguas; causa la paz

Prende la Pascua en un volcán,

Hierve la vena, arden los ríos,

Tiemblan las casas,

De frío,

He escuchado voces venir de abajo

De los confines descoloridos de la luz

Dónde yacen rotos los calcetines

Y las tripas se estrujan por más 

Ires venires, azares, manjares, camisas, alas, rotas tengo en cada vagón de mi cuerpo, tensión, dolor, cauces primitivos estancados, 

Cabeza despoblada, 

Hambre de más,

Hombre de fueg que que puede más y no se quiere tranquilizar, no se quiere calmar, quiere matar, matar, matar, quiero matarte maldito imán llenarte de calambres antes de desgarrar, tu carne tu cuello cortar con mis uñas en mi hangar, y viajar al cielo, dormir la culpa entre las nubes con una lágrima que sube y se congela, con una bufanda roja que vuela y una sonrisa sádica...

¿Hasta cuándo tengo esta voz?

¿Hasta cuándo el demonio dejó de mirar?

De mi se apoderó el condenado 

Y no me quiere soltar