Patricia Aznar Laffont

A Vera, mi nietita

Capullito de Algodón,

Trigo Rubio,

Solcito Tibio de Madrugada

Besitos que Naufragan en las Riberas de mi Ser...

 

Bello Estío que Siembra de Dicha

y a la vez me Anega en Lágrimas...

 

Ay, mi Vera!

Cuánto deseo hacerme Cuna en tu Mirada

y Danzar Envuelta en tu Inocencia

Volverme Niña junto a Vos

y poder Abrazarte y Besarte...

 

No existirá Error, Verita mía,

 Incapaz de Hacerte Daño,

Te amaré de Lejos

Todo lo que me Reste de Vida

o Hasta el Luminoso Día

que Carne y Sangre

nos Reúna...

Hasta el Esperado y añorado Día

que llegue el Momento tan Anhelado,

en que Por Fin,

Preguntes por Mí

y la Oscura Noche Termine

Y el Alba Llegue

a mi Corazón Ardiente de Amor

que Bailó de Alegría en ese Instante

en lo Profundo de mi Alma...

 

(Patricia)