Carlos Hector Alvarez

Balance

 

 

\"Tal vez tenga que luchar
con más de un inconveniente
pa\' que resista la mente
el cuento sin lagrimear,
 pero Dios que supo dar
paciencia a mi corazón,
tal vez venga esta ocasión
a alumbrar con sus reflejos
el alma del gaucho viejo
que ya le espera el cajón.\" JP López  

 

Llegué a los noventa años

y siento la necesidad

de hacer un balance,

resumido de mi vida.

Sin dudar, lo hago con la verdad,

a esta altura, ya no valen los engaños.

Antes de entrar en materia

quiero agradecer a Carmela,

que me dedicó su vida, sin retaceos,

a mis hijos, familiares y amigos

por el amor que me brindaron,

haciendo posible,

que se cumplan mis deseos.

Ahora pueden llegar las flores,

¡adelante con los faroles!

En todos estos años,

si no es gol, pegó en el palo,

tengo la seguridad,

fui más bueno, que malo

o sea que gané

la pulseada con la vida,

o la guerra, como quieran,

el que no paga, convida.

Por confiado muchas veces

perdí lo que había ganado,

no soy tonto, pero siempre

hay otro, que es más avivado,

y sólo te das cuenta, cuando

al potro, lo han domado.

Perdí muchas batallas

por no tener las agallas

que hay que poner,

si quieres ganar.

o tal vez por ser iluso,

me he dejado robar.

No pocas veces, pisé el palito

y caí como un chorlito

en las redes del engaño

y quedé como un rebaño

sin agua, para tomar

Hubo caídas muy duras

las que tuve que aguantar,

tanto que,

para poderme parar

dejé entre dolores y llanto,

muchos jirones,

que hoy son cicatrices

que no las puedo borrar.

Otras batallas, se ganaron solas

por las que no tengo orgullo,

por las que sí,

se me hincha el pecho

son las que gané de hecho

con empeño y con fervor,

gracias a los que,

me ayudaron con amor

y pude así al fin, ver

realizado mis sueños.

Hoy de mi vida soy dueño

y procuro lo mejor

sé que son tiritas,

las que restan del ovillo,

tan pocas como la guita

que me queda en el bolsillo

Me envuelve la fantasía.

con esperanza infinita

que Dios, al final,

con su divina bondad

mis pecados, 

los habrá de perdonar.