🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Itzamná

 

Itzamná 

Por doquiera que pasa la idea enfurecida
se sabe que aterriza con ecos el panida,
se sabe que las nubes recitan dulces versos
y así, sinceramente sollozan universos
en donde solo un alma conserva la altamar.
Y surgen mil preguntas que se han de contestar
con sangre de las olas, coquetas y dichosas
para encontrar el ego que oprime tantas cosas,
para decir sonriente que el cielo perfumado
es triunfo de la vida y antorcha del pasado.

Saldrán doscientas musas en busca de consuelo
y sobre el aire inquieto se moverá hasta el cielo
como el puño a la lanza y el poema a las voces,
como el prado inundado de animales feroces,
como el sueño que adula la fragancia del ser,
como amores deseados por alguna mujer,
como música, implora la visión de futuro
el unísono campo donde vibra lo obscuro.

Y el alma, vagabunda, turbada por el miedo
dirá perfectamente, no sé si aún me quedo,
no sé si mi silencio dogmita la ilusión;
no sé qué piensa el tiempo, no sé si el corazón
se atreva por las ondas supremas de los cantos,
mostrar todas sus risas, negar todos sus llantos,
no sé si el ser pondera buscando un nuevo norte,
no sé si exactamente mi credo me soporte
y así, como un rapsoda tocar las espirales,
medir con dos palabras las gnosis celestiales
o entrar en el carruaje de Memphis, partisano.
Yo sé completamente que Dios es soberano
y en él, surge la vida con todos los dilemas,
en él, cantan los campos y mueren los problemas,
en él, se espanta el Todo, renacen los creyentes
y viven los que adoran las prestigiosas mentes,
en él, la Paz suprema flamea en la guarida
y hablan todas las almas el idioma de la vida.

Mi idea está en la tierra, presente en los otoños
y dicta dulcemente con flores de madroños,
la patria que me impera me envuelve al infinito
así, como en las noches, lo feo y lo bonito
se juntan parcialmente, mirando hacia lo Azul…
y mientras Mnemosine saluda en el Mosul,  
Betuel, el generoso contacta a los ancestros,
se va de pronto el alma, se inquietan los siniestros
y es donde el ruin pagano recoge lo olvidado…
la forma paralela de todo lo soñado,
el ciclo que Nerea le dijo un día al sargo:
la vida se va simple dejando un rostro amargo   
y es ahí el buen camino que alumbra a la rutina,
el alma es una fuente rebelde y cristalina
y carga una bandera de mirra con claveles,
y en ella un solo Libro que brinda muchas mieles,
que dice con franqueza millares de verbenas;
las noches de deseos son ácidas cadenas,
los días de desvelos son cánticos muy tiernos.
El hombre ignora siempre porqué son los inviernos
hundiéndose en pretextos de númenes perdidos.
Y sigue, para colmo creyendo en sus sentidos,
y así, como si nada se entierra en falsedades
dejando como un trueno las tristes realidades.

La vida es como un carro que añora combustible,
a veces sigue un rumbo, la voz de lo sensible;
arpegio atolondrado de un noble picaflor.
La voz es todo canto del reino del Señor,
que reina entre los vivos haciendo algarabías.
Se hacen largas las noches y tan cortos los días,
se hace todo en la Nada, se hace nada en el Todo
e indiscutiblemente somos astros que ensayan.
En la guerra pudiente los egregios desmayan
y es la síntesis quieta de muchísimos nombres.
La tierra es un palacio de mujeres y de hombres,
el motivo perfecto, la suprema canción.
La tierra es paraíso, la tierra es corazón.

                                  Samuel Dixon