titánico.

Niño palestino

De triste destino,

La guerra te persigue,

las bombas estallan,

destruyen tu casa,

estás aterrado,

ya casi traumado,

cinco mil angelitos,

cerraron sus ojos,

en charcos de sangre,

gran mundo maldito,

de balas y fuego,

de tontas batallas,

son mares de lágrimas,

de vidas cegadas,

van niños sin rostro,

y ya no respiran,

se alejan sus almas,

la púa y calvario,

tristeza y dolor,

coraje impotencia,

salpica en mi verso,

¡Oh dulces retoños!

hoy son perseguidos,

¡qué negro escenario!

y hay un gran ogro,

un cuervo muy loco,

es muy sanguinario,

su nombre Israel,

no sean salvajes,

los niños no luchan,

y sueñan con paz,

con bellos juguetes,

con juego y sonrisa,

más hoy todo es llanto,

miseria y hambruna,

la franja de Gaza,

qué pena y dolor,

¡La guerra es absurda!

entre ambos villanos,

pues son demoniacos,

pintados de santos,

mi verso ya anhela,

qué cese el abuso,

Y acabe la guerra,

¡No más niños muertos!

 

titánico.