Alberto Escobar

Everywhere else

 

La poesía no nos piensa, 
nos visita. 

 


Aquí.
Disuelta en el café
de la mañana,
Vitamina añadida
a la mantequilla,
rastro oscuro
que se pega
en el pan al tostarse.
En cualquier sitio,
en el aire, invisible,
en la lluvia si no es torrente,
en el torrente si no es mar, 
en el mar si no alcanza
a ser océano. 
Allí.
Hay un rojo en la nube
que anuncia que detrás,
el sol, se despide;
allí también hay poesía, 
en el adiós, en la bienvenida, 
en el dolor que no admite
analgésico, y en este también.
Detrás.
Tras la cortina que oculta, 
tras la alegría de un rosto
que guarda una pena,
tras las malas intenciones
de quien las aparenta buenas,
tras una despedida, otra vez. 
Delante. 
Encima de una página muda,
de un blanco que impone
y promete al mismo tiempo,
 encima de la tostada
que ahora viaja esófago abajo,
encima de tus prejuicios, encima...
Al lado, debajo de la almohada
cuando sueñas, detrás de lo inesperado. 
En todas partes, en lo que no se espera,
en lo feo también, aunque parezca
mentira.
Si la ves en otro sitio, por favor, dímelo.