Una bala en el corazón duele, o probablemente ni la sientas,
porque te puede matar en el ultimo suspiro que no duro absolutamente nada,
sin embargo yo como muchos, tengo una bala en mi corazón, pero no morí;
Aunque cada día que pasa, el dolor se expande más, sigo en pie... pero prácticamente muerta en vida.
Me despierto de pesadillas para entrar en peores y mucho más reales,
donde quiera que valla, la bala de mi corazón me persigue,
a veces la olvido o al menos finjo que no pasa nada para no preocupar
y otras veces se expande hasta llegar al punto que me mata por dentro.
Rabia es la que corre por mis venas,
por tu felicidad ahora yo estoy mal;
Quiero dejar todo atrás y hacer mi vida desde 0
pero no es tan fácil hacer borrón y cuenta nueva, y solo olvidar...
El humo de cigarrillos ajenos me busca,
todo lo adictivo me pide a gritos que lo consuma,
no quiero caer en más perdiciones, ya siento que no existo,
que mis gritos se transforman en un eco muerto que nadie escucha
o nadie quiere escuchar por temor a la verdad...
Pero siempre es preferible una verdad que duela y mate,
antes que una mentira que de a poco nos haga agonizar.
Y asi hoy estoy, tan inerte, sin sentido para vivir,
todos dicen que tengo mil personas que me aman, sueños por cumplir, aunque no sé porque, no es suficiente para seguir...