Yalibari

Divergencia

He faltado a la promesa

de no hablarte

no escribirte

ni mirarte

ni pensarte

Mis palabras indomables

te persiguen

Mis ojos impetuosos

te acarician 

y mi mente impaciente

te construye

Es el alma suplicante

quien susurra 

los intentos de razón 

que no comprende

las promesas sollozantes 

de ternura y este anhelo

delirante por tenerte