jvnavarro

MIENTRAS LAS SIRENAS SUENAN

Esta poesía esta hecha 
con retablos de tristeza, 
captados por la imaginación 
del poeta,
en un refugio antiaéreo, 
debajo de la tierra,
mientras fuera en las calles
 suenan las sirenas
y el pánico se desencadena, 
y entre carreras
una explosión se lleva
lo que por delante pilla 
sin echar cuentas.
 
Yo me imagino 
una dramática escena
en mitad de un ataque aéreo,
mientras
dos enamorados
cogidos de las manos
 esperan
en un refugio, 
debajo de la tierra,
que pase la alarma
y que la normalidad 
vuelva
y me imagino,
 
la imaginación tiene alas
en manos de un poeta,
el techo por los aires
y los muertos por centenas
y con el paso del tiempo
el poeta comprueba 
que el recuerdo es tan ciego
que evapora las escenas
y  de aquello
solo queda 
una leve nota de prensa.
 
Los días luminosos,
no quedan.
 
Los días de escuela,
no quedan.
 
Los días de risa,
no quedan.
 
De amor,
 el tiempo en los ojos presa
de quienes se aman
 y solo piensan
en la bondad de la vida 
como esencia,
nada queda.
 
Solo queda
 pánico y terror
bajo la tierra,
con inocentes víctimas
utilizadas 
de cualquier manera
para pedir más armas 
a quienes disponen de ellas
y así continuar las guerras.
 
A brazos abiertos 
las armas se entregan,
con créditos 
que queman,
con palmadas 
en los hombros
y discursos 
que llenan
las pantallas, 
y portadas de la  prensa,
mientras en las casas 
se come y se cena
a rienda suelta.
 
Así se cuenta
allí donde el dolor no aprieta:
 
Las patatas estaban crujientes,
la ternera ha quedado un poco seca,
el dulce en su punto,
el café corto y con crema,
 
Patético todo, 
pura vergüenza, 
la paz imposible
mis pensamientos vuelan.