Mercedes Bou Ibáñez

Parece ser que volvieron a las andadas

 

Sobre la compra de visitas fantasma

Hoy estoy, yo muy contenta,
ayer me compré un paquete
de visitas fantasmales,
por un euro treinta y siete
puedo entrar en los anales
y figurar en tendencia.

Y me hace mucha ilusión,
pues pensarán quienes lean
que soy poeta de pro,
cuando vean que visitas,
tengo yo... un gran montón. 

¿Qué más da, que sean falsas?
Lo importante es figurar,
siempre en el primer lugar
aunque sean letras rancias
o dignas de un muladar.

 

Mi mundo ideal
Octonario

.
Ya mi corazón palpita como una patata frita
si me pongo a divagar,
y danzan mis pensamientos entre locuras y sueños
tratando de imaginar;
como sería este mundo si en mis manos estuviera
el poderlo reparar
y alzando la mente al vuelo me voy soñando caminos,
entre utopías y sueños se hace más corto el andar.
.
¡Pero no es la vida un flan!,
a veces duro turrón,
donde se rompen los dientes,
quienes les dio por pensar,
que en las vueltas del camino
crecen los sueños sin más.
.
Lo malo no es estar loco,
lo malo es tenerlos sueltos y no poderlos atar.
Un tonto cayó en un pozo
y no encontraron un listo para poderlo sacar,
mas yo si saque mi bola, vieja bola de cristal.
.
Vi centenares de locos disfrazados de poetas
y vi bastantes poetas que no precisan disfraz,
vi chaparrones de besos cayendo sobre Bagdad,
y vi a la cerdita Peggy con un contrato en Irak,
vi al amo del Vaticano dar de comer al hambriento
cambiando el oro por pan.
.
No vi quemar a las brujas por hartarse de fumar,
vi separar las manzanas que fueran envenenadas
con pecado original.


La lechera hizo un corral, puso al lobo de guardián, 
al zorro con las gallinas y hasta el Capitán Araña
también se quiso embarcar.
.
Los tres cerditos y el lobo jugaban al dominó,
sentados frente al hogar y vi chaquetas azules 
aliviando el tiritar, de las espaldas mojadas 
que se helaban al cruzar
por esos muros de espinos que cortan la libertad.
.
No vi los ojos vidriados de los toros en las vegas,
eran ojos muy dichosos sin lanzas en su espaldar
y vi a Macbeth en Las Ventas, sin sangre en el arenal. 
.
De la lejana Alemania volvieron los enanitos,
que fueron buscando pan,
(Pinocho vino con ellos) había curro en su hogar,
Blancanieves, ya viejita, recuperó su alegría
cuando les vio regresar.
.
Y vi que el negro en mi bola era tan solo un color 
tan lindo como los otros, ¡quizás con mejor sabor!

Pero...
Vi que mi bola... mi bola, era tan solo una bola... 
Un pedazo de cristal...
.
Mercedes Bou Ibáñez