José Domingo

Odio limpio

se ha perdido un amor
entre tanto orden y limpieza
ha caído al suelo
de mármol resplandeciente
y la gata le ha clavado las uñas
como si fuera una madeja 
con la que jugar
con el agua sucia 
del lavaplatos 
la fregona y la lavadora
y la arena de olor amoniaco
tan limpia ella
como vaso lleno 
se ha derramado
 
el tajo me sangra de tu odio
aparte de tu carácter
la sombra de tus gritos me abriga
más que darte la razón
prefiero tomar aire sereno
pedir socorro al sordo sentimiento
y curar mi herida
lejos en silencio al mismo tiempo
que dolor me infligen
tus ojos enrojecidos
y el reloj que separa cada instante
con un tic-tac se para cansado
de tanta violencia
de antes y ahora
de después
    ya era hora