Christian Dávila

A la luna

 

Hoy le escribo con dulzura

a mi amante preferida,

que me abraza con ternura

cuando sufro en mi guarida. 

 

Porque siempre es tan bella.

y tal vez sea por romántico

o el cariño de mis cánticos,

pero luna solo hay una,

Y aunque no es una estrella

no hay ninguna como ella.

 

No recita mis poemas,

y aunque escucha mi canción,

solo escucha las palabras

que le dan mi corazón.

 

Me enseñó a contar poemas

desde el uno hasta el cien,

a calmar mis ansiedades,

sanar mis enfermedades,

con tan solo seis palabras:

si son uno o mil problemas

«al final vas a estar bien».