Jorge L Amarillo

El alma quedo en su pena

Varada el alma quedó en su pena
el amor al irse le dio solo oscuridad
más el corazón se alió en la condena
y mi cuerpo se amarró a la soledad.

 

La lágrima al caer ya no fue eterna
el silencio no escuchó mi piedad
la tristeza también salió a la escena 
y mi carne sintió toda la crueldad.

 

Como un rayo paso todo de prisa
que el dolor se llevó mi última sonrisa 
y en el naufragio yo me he quedado.

 

Con la confusión de este laberinto 
donde me aferro a mi propio instinto 
para escapar de las garras del pasado.