Nacho Rey

SONETO 50. DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA DE LA VIDA. LUÍS DE GÓNGORA

Menos solicitó veloz saeta

destinada señal, que mordió aguda;

agonal carro por la arena muda

no coronó con más silencio meta,

 

que presurosa corre, que secreta,

a su fin nuestra edad. A quien lo duda,

fiera que sea de razón desnuda,

cada sol repetido es un cometa.

 

¿Confiésalo Cartago y tú lo ignoras?.

Peligro corres, Licio, si porfías 

en seguir sombras y abrazar engaños.

 

Mal te perdonarán a ti las horas,

las horas que limando están los días,

los días royendo están los años.

 

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                                                 LUÍS DE GÓNGORA