EHUR OHR

Enséñame a olvidarte...

¿Qué debo hacer entonces?...

¿Olvidarte?

Olvidarte acaso…

como tú lo hiciste desde aquella tarde.

 

Así de simple,

así de atroz…

tajante,

cómo sin sentimiento…

como esos aromas que se lleva el viento,

como el invierno que enfría cualquier momento,

como el torrente del riachuelo que no tiene regreso.

 

¿Así he de olvidarte acaso?...

amargamente,

como si despintáramos el azulino cielo…

y mancháramos el firmamento solo de oscuro intenso…

sin ningún matiz de amanecer…ni un ligero gesto de contento.

 

No parece fácil olvidarte,

pero bien por ti que lo lograste,

y al parecer sin mucha pena,

sin mucho drama lo conseguiste,

debe ser tal vez…porque tu amor y el mío, al final…eran diferentes.

 

Enséñame a olvidar… como tú lo hiciste,

¿qué te cuesta enseñarme?... si tú ya lo lograste.

no pierdes nada si yo también te olvido,

a lo mejor, hasta terminamos siendo amigos.

 

Prometo,

sí me ilustras en eso del olvido,

que no te guardaré rencor,

ya no alimentaré mi dolor,

y te juro desconocerte…desde ahora mismo.

 

Prometo anular mi inspiración…y ahogar mis versos,

dejar descansar mi corazón…disimulando mis latidos,

esconderé mi pasión…muy lejos de tus sentidos,

y le prohibiré a mi ilusión… volver jamás a suplicarte.

 

Te lo prometo siempre y cuando tú …me enseñes a olvidarte.