El arroz, no será acompañamiento,
ideal, para el loco o el ostión,
qué son frutos del mar de una nación,
de la raza tan libre como el viento.
Sus caciques probaron y no miento;
La valía del alma y corazón,
más allá de la vida y la pasión
y el poder de brindar al sentimiento
la ilusión y el aliento que merecen,
los pequeños más grandes del planeta,
ya que nunca hemos sido derrotados...
Por un Dios, con soldados que obedecen,
mandamientos que da la marioneta...
Al imbécil que teme a los pecados...
Autor: Mario Rodolfo Poblete Brezzo.