Luis Roberto Otero

A una copa y a su vino

No puedo beberte;

 

Posada en mi temblorosa mano,

con tu copa tan debil

que de un roce se quebranta.

 

¿Que me impide beberte?

será tu agua, tu uva

 o acaso será mi sangre 

que no siente la tuya.

 

Donde nace tu uva fermentada,

también nace mi duda de pensarte.

Donde se derrama tu tinto,

solo puedo pensar en sangre.

 

Entre tanto baile

de ti, una gota he derramado.

Vaya desperdicio,

vaya pecado

De mi una gota no es nada,

Más de ti, una gota,

¡Dios mío!

Que horrendo, que caro.

 

Al final, hoy te bebo

sin siquiera ser creyente,

hoy te beso

y en mi lengua pienso quererte.