Ángel Alberto Cuesta Martín

LA GUERRA

LA GUERRA

 

Sabor a tristeza arrastra del norte

el viento caliente cegando razones.

Fermento macabro, enorme resorte,

horrendo intercambio de amenazas y temores

 

Que extraña disputa: mi norte y mi oriente,

la guerra jamás del amor se inspira.

El navío de la paz agita violentamente.

¿Quién fue bofetada?   ¿Quién será otra mejilla?

 

El odio ha disparado sus dardos envenenados

apuntados al centro mismo del corazón.

El paraíso perdido qué lejos ha quedado.

El poder apetece, domina la ambición.

 

El crimen de esta guerra impiadosa y fría

la sangre y la carne ante el dominio se inclina,

rasgando el crisol donde el alma se sentía

nadando en la paz de una vida tranquila.

 

El enemigo es común para todos:

yace en yermo estupor la esperanza.

El odio levanta su mazo poderoso

el Poder lo seduce y acompaña.

 

Ángel Alberto Cuesta Martín.