Carlos Gustavo Gerez

Mia

 

Deshojábamos las horas en esa oscura noche de invierno

Dejamos a solas, a tu cuerpo, a mis manos y nuestros labios

El calor reinante en la habitación empaño el vidrio

De la ventana que da al jardín, es por ti,  por mí, es por los dos

Que están de serenatas los grillos desvelados

Te amé tanto esa noche, y te sentías tan amada

Nadie me amo tanto como esa noche, me atrapaste,

Me enredaste entre tus brazos y me subí a tu cielo,

Tú errante y peregrina por mi piel, te perdiste en mis poros

Para ser eternamente mía.