Alberto Escobar

He querido...

 

 

 

He querido.
He querido con todas mis fuerzas.
He querido sobreponerme a las espinas
de mis primeras impresiones.
He querido agarrarme como clavo ardiendo
a los asideros que me ofrecían tus encantos.
He querido,,,, pero no ha sido suficiente
para volverle la cara al abismo.
Al final, los dedos han cedido a la gravedad
de un vacío infinito, insondable.
He querido que fueras tú la mujer.
He querido con todas mis fuerzas 
hasta que al final sonó la alarma. 
He querido y te sigo queriendo.
Que no sea posible estar juntos
no quita todo lo que he vivido contigo.
Gracias por la visita que tu vida
ha decidido hacer a la mía. 
Siempre estaré a tu lado.
Eres luz, y no lo olvides nunca,
ya sean los reveses del tamaño que sean.
Eres grande y maravillosa, solo que yo...
No he podido. 
Soy yo quien no ha estado a la altura.
P.D. Ya lo decía tu madre: No soy hombre
para ti —y las madres son sabias. 
Al menos estoy contento de haberme
dejado la piel, de haber ido a muerte...
No quiero que sea un adiós sino un hasta la vista. 
Siempre tendrás un trozo tuyo de mi corazón.