Roberto V

Miradas que confiesan

Tú ibas con tu esposo al mercado
yo regresaba del trabajo cansado
Con disimulo cruzabas tus ojos
con los míos y una sonrisa tuya
borraba mi cansancio e iluminaba 
el día
El tiempo pasaba y los ojos ya se
confesaban lo que estaba prohibido
Un día de septiembre recuerdas un
viaje inesperado y urgente y Tú 
quedas sola en tu piso apenas unos
escalones debajo del mío
Compartir el ascensor y con una
excusa tonta de ambos soltamos la
risa
Se detuvo el ascensor en mi piso
Olvidaste tocar el tuyo empecé a
decir y me tapó la boca con sus
labios
La sangre nos tomó al galope no
opusimos resistencia es de justicia
confesar
Amanecía, ya con los ojos bajos
cubierta de rubor recoge sus ropas
no se atreve a mirarme ni hablar sin
embargo ambos sabemos que a este
amor que nos atravesó nada le vamos
a negar
#PoetaUrbano