La tarde 
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Tibios rayos de luz tienes presentes, 
y simples los matices con que abrasas ;
grato el notar que por mi vida pasas 
a la espera de luces emergentes.
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Cerca estás del ocaso, lo presientes,
presientes que las horas son escasas; 
te ves caer de lleno entre las brasas,
brasas que esperan todas impacientes. 
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Ya de lejos, te canta algún jilguero,
quizás es tu postrera compañía 
cuando dejes atrás los tonos rojos. 
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Mañana con la tibia luz espero 
ver pasar tu inefable compañía 
otra vez con simpleza por mis ojos. 
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.