Pampa Dormida-Luis

ME DECLARO CULPABLE

Hoy me declaro culpable de no haber perdido la elegancia.

No por andar con emprendado de plata ni botas de caña larga.

Me declaro culpable por mis alpargatas rotas pero con buenos gestos y la simple manera de hacer.  

Me gusta la clase y no por el tranco parejo o el escarceo de lo que monto, sino ese tipo de clase que se esconde en la manera de hablar y de ser uno mismo bajo la simpleza total de las cosas.

Soy culpable de elegir la simplicidad de las personas, ésa que se oculta detrás de cada detalle pero que no es pulido de oro falso.

Esa la del mate amargo o apenas endulzado con unas gotitas de miel.    Esa que te da la mano antes de preguntarte que necesitás.

Me declaro culpable por elegir a esa gente que irradia simplicidad con el solo acercarte y que te queda un vacio dentro del pecho cuando te alejas.

Soy culpable por admirar a esas personas que aún en plena oscuridad se nutren de luz e irradian su brillo al mundo como si fueran luciérnagas en plena primavera.

Culpable por elegir a esas que reparten sonrisas gratis, sin razón, sólo porque sí.

Que celebran la lluvia sin miedo a mojarse y aprecian el frío por sentir el calor de un abrazo.

Y más culpable aún al elegir a esas personas simples que tienen la sabiduría de aquél que no carga el peso innecesario de la vanidad, la soberbia ni el egocentrismo sino que van alimentando su alma capitalizando y repartiendo la experiencia de lo vivido.

Si, soy culpable de disfrutar a esa gente que no son lo que poseen, sino lo que dan. Y que tienen el coraje tan grande de vivir la vida como si nunca fuera a llegarles la muerte..

LHS